Mis queridos amigos:
Ya estoy aquí otra vez. Me había propuesto escribir los lunes, y hoy es martes, así que creo que llego tarder conmigo mismo. Ayer quise ver El Debate, entre nuestros amigos que nos representan, o que por lo menos ellos así lo creen, pero llegue tarde por mi partido de fútbol de los lunes, al cual tampoco pude llegar a la hora. Es el sino del que siempre ha llegado tarde a todo en la vida, y la verdad y aunque parezca sorprendente, es un esfuerzo enorme el que tengo que hacer para ser puntual. De hecho hay una absurda sensación de orgullo cuando estoy en punto. En realidad creo que no lo he tomado como una obligación y por eso me pasa lo que me pasa. Esto debería suponer un cambio de mentalidad en mi vida de aquí en adelante, y esa tarea me comprometo a poner en marcha.
Pues ayer quise ver El Debate con mucho interés y expectación. Sin embargo ayer lo que vi es un monólogo ya escuchado muchas veces durante los últimos tiempos, tanto de uno como de otro. El aspirarante Rajoy atacó sobre la medular de un Zapatero que vi flojo, y expectante del discurso directo y claro de Rajoy. Pero el debate continuó, y Zapatero se relajó, no tensionó el discurso, a pesar de la insistencia en las repetidas interrupciones hacia su oponente, lo que no manifiesta esto último ni talante ni capacidad de diálogo, pero se fue creciendo por momentos. Rajoy se mantuvo en el ataque y en la crítica hacia el que gobierna, sin lograr causar en el espectador un sensación de vencedor. Y creo que elementos hay de sobra para poner contra las cuerdas a Zapatero. Mi conclusión: No ganó ninguno, por lo que creo que el vencedor es Zapatero. Rajoy debe demostrar a los españoles que puede ser un gobernante entusiasta o con capacidad de entusiasmar. Ese debe ser el cambio de cara al voto el 9-M. Creo que su exceso de ataque sin mencionar propuestas concretas de lo que va a hacer, le confiere una cierta negatividad de cara al elector. Zapatero estuvo nervioso desde el principio, pero cuando calentó, sin un discurso sorpresa, resultó mas embaucador de cara al espectador. Los indecisos tengo la sensación que ayer se quedaron indecisos, lo cual es quedarse como estamos. Y entonces por qué el debate si no lo utilizan para explicar las soluciones a los problemas. El Debate debería ser una obligación, lo creo muy positivo, pero que sirva para algo. Ayer no supimos nada nuevo de ninguno de los dos. Pero Rajoy es el aspirante, y debería espabilar.
En fin mis queridos amigos, yo confío en la fiesta de la democracia el 9-M. Hay que ir a votar al que cada uno considere oportuno o hacerlo en blanco, espero que con conciencia, de saberse poseedor de un bien muy preciado que es la oportunidad de decidir. Ese día no deberíamos llegar tarde a nuestra cita, yo espero no hacerlo nunca mas.
Abrazos hermosos para todos
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