Este fin de semana me he acordado mucho de las cebolletas, pero esta vez no de las banderillas, sino de todos aquellos que nos gusta contar historias, batallitas del pasado, de la mili y de otras hazañas, que casi siempre solo contamos los tíos. Claro que solo nosotros fuimos a la mili. Y es que este fin de semana he estado en Alicante con los Veteranos de la Guerra de Ifni, haciéndoles entrevistas, y es asombroso lo que vivieron estos militares de reemplazo, que con solo 21 o 22 años, les tocó servir en el campo de batalla, en la misma trinchera, durante 18 meses, apenas sin comida, sin avituallamiento, en alpargatas de esparto. Eran de reemplazo, y eran los que estaban en primera línea. Cuentan que no conocieron la ciudad, salvo en un periodo corto de instrucción, y siempre pegados a la trinchera, a su mauser o cetme, que les daban. Allí murieron muchos en cuatro meses, lo que duró la guerra, cuentan que fueron unos 300, y allí dejaron muchas cosas, quizás en algunos muchas secuelas. Unos chicos jóvenes que salieron de sus pueblos y ciudades, sin saber nada, a la guerra, que además primero se negó y después se silenció.
Pero si de verdad me ha sorprendido ha sido la ternura de como nos lo han contado. Lástima que el tiempo no nos diese para mas, porque ha sido toda una experiencia. Quería comentaroslo, porque una vez mas, me he emocionado con sus testimonios.
1 comentario:
Me gusta como pasas de las cebolletas a los soldados, queda muy ágil. A ver qué tal se te da el documental, parece qe estás reuniendo cada vez más documentación. Saludos.
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